los peligros del agua

Aguantar la orina

Aguantar la orina puede matarte. Este es un viejo mito del ámbito médico que hoy te voy a esclarecer: puedes morir por aguantar la orina, pero no directamente. El consumo de agua es más que esencial para nuestro organismo y ese consumo, inevitablemente, nos conduce a la micción. Es decir, tarde o temprano, por mucho que intentes aguantar, tendrás que orinar.

Lo cierto es que por aguantar la orina (que es 96% agua ) puedes provocarte una infección urinaria que si no se trata a tiempo ni de forma adecuada puede resultar en la muerte. Nunca vas a morir directamente por aguantar la orina, como lo dice el mito (con la explosión de vejiga y demás) ya que tienes un límite biológico hasta donde podrás aguantar 

 

 

Excesos de agua

Por otra parte los excesos nunca son buenos y en la vida prácticamente cualquier cosa en exceso puede resultar fatal. La hiperhidratación, más conocida como intoxicación oenvenenamiento por agua es el hiperexceso de agua en el cuerpo que resulta en un síndrome mortal. Es en sí una sobredosis de agua. Se trata de un trastorno potencialmente fatal que tiene mucho que ver con las funciones del cerebro, se produce cuando el equilibrio normal de la electrolitos en el cuerpo supera los límites de seguridad en un exceso de hidratación. Algo que en circunstancias normales, es excepcionalmente extraño.

La intoxicación por agua ha provocado la muerte de muchas personas a lo largo de la historia. Ya sea conscientemente (suicidio), por accidente (o estupidez en participantes de concursos tan absurdos como para competir por quién consume más agua ;potable) o como método de tortura. En la “cura de agua” se obligaba a la víctima a consumir elevadas cantidades de agua hasta que ésta finalmente perdía la vida.

 

La Sed

Cuando desde la altura de su patíbulo, abriendo las desecadas fauces, exhaló Cristo la más angustiosa de las Siete Palabras, María Magdalena, que estaba como idiota de dolor, estrechamente abrazaba al tronco de la cruz, se estremeció y, recobrando energía y actividad, a impulsos de una compasión que la penetraba toda, se lanzó en busca de agua que aplacase la sed del moribundo Maestro.

emili pardo bazán ( la sed de cristo )